El campo de trabajo de Vitoria para mi ha sido una experiencia única e inolvidable, en la que aprendes a valorar todo mucho más y te enseña una realidad que para mi era totalmente desconocida.
El primer día estaba muy nerviosa por cómo serían los niños o cómo me iba a
llevar con ellos y con miedo a no poder con todo en alguna que otra ocasión.
Según iban pasando los días, ese pensamiento de miedo que tenía se fue
desvaneciendo, las relaciones tanto entre niños como entre monitores eran
estupendas. Cada vez había más confianza y eso se notaba a la hora de trabajar.
Nos ayudabamos siempre que lo necesitábamos y tener ayuda cuando no podías con
algún niño se agradecia muchísimo.
Doy gracias a Dios por haber podido repetir hacer un campo de trabajo (Tras
participar en #Tudela16), esta vez con niños, por poder conocer a gente nueva
de otros lugares, poder vivir nuevas experiencias y encontrarme con mi fe.
Andrea García · Miembro de Lagunak II y Monitor de Tiempo Libre
No hay comentarios:
Publicar un comentario